Desde mediados de 2009, los testimonios relativos a las visitas del Servicio canadiense de la información de seguridad (CSIS/SCRS) a domicilios e incluso a lugares de trabajo de personas militantes por la justicia social se han multiplicado. Además de su acoso e intimidación histórica y continua hacia los pueblos indígenas, las comunidades inmigrantes y otros, la agencia de espionaje se ha hecho progresivamente más visible en la vigilancia de los movimientos por la justicia social.
La Red de la Comisión popular recomienda la no-colaboración total con el CSIS/SCRS. Esto significa rechazar responder a los agentes del CSIS/SCRS, rechazar escuchar lo que el CSIS/SCRS puede desear decirle y romper el silencio a propósito de las visitas que el CSIS/SCRS podría hacer a su casa o trabajo.
Si usted se encuentra en instancias de inmigración, o en una situación vulnerable, le aconsejamos intensamente insistir en que toda entrevista con el CSIS/SCRS sea llevada a cabo con la presencia de un abogado de su elección.
He aquí las 10 razones de por qué no hablar (o escuchar) al CSIS/SCRS.
Incluso si los agentes no detentan el poder de arrestar ni detener, el CSIS/SCRS puede y va a utilizar la información que recoja en conversaciones aparentemente anodinas para escribir evaluaciones de seguridad en solicitudes de inmigración, de detención y de deportación bajo certificados de seguridad, en diversas listas negras (prohibición de volar, controles de fronteras, etc. 1) y para otros fines. Comentarios inocentes que usted podría hacer pueden ser tomados fuera de contexto y mal interpretados, pero usted no tendría ninguna posibilidad de corregir errores ya que la información recolectada permanece secreta 2. Esto puede tener un serio impacto en su vida.
Así como el CSIS/SCRS puede utilizar sus propias palabras contra usted, ésta puede utilizar comentarios insignificantes contra los otros. En casos extremos, esto puede llevar a situaciones donde la vida de las personas es amenazada. En el caso de Maher Arar por ejemplo, agencias de seguridad han transmitido rumores a los estadounidenses que, no solamente han sido comprobadamente infundadas, sino que han incluso llevado a su deportación extraordinaria hacia Siria. El CSIS/SCRS ha llevado a continuación el cargo para impedir el regreso de M. Arar a Canadá 3. Rumores sobre los que se basa el CSIS/SCRS han efectivamente contribuido a que Adil Charkaoui, sometido a un certificado de seguridad, deba luchar por seis años y medio contra la detención arbitraria y la deportación hacia la tortura 4.
Además, el CSIS/SCRS es conocido por diseminar falsas informaciones sobre otras personas 5. Escuchar al CSIS/SCRS puede sembrar una duda y generar temor en la gente que los escucha de ser asociados con personas apuntadas por los rumores del CSIS/SCRS, contribuyendo así a aislar a estos últimos 6.
Usted tiene derecho a una vida privada, a ser libre de vigilancia, acoso e intimidación. Rechazar hablar con el CSIS/SCRS es una manera de reivindicar estos derechos fundamentales; hablar con el CSIS/SCRS da paso a la intrusión y el control. Mientras más usted diga, ellos tendrán más base para justificar el aumento de la vigilancia 7.
Muchas personas creen que si colaboran con el CSIS/SCRS, luego se les dejará tranquilos, ya que "ellos no tienen nada que esconder". La experiencia prueba que esto es falso. Una vez que usted ha sido identificado como colaborador, el CSIS/SCRS continuará visitándolo cada vez que sus agentes crean que usted puede aportar alguna información. La mejor manera de que el CSIS/SCRS lo deje tranquilo es rechazar colaborar con él.
Ciertas personas se sienten a veces tentadas de hablar con el CSIS/SCRS por simple curiosidad. Los agentes del CSIS/SCRS están, sin embargo, bien entrenados. Lo que ellos le dejarán saber es sólo lo que ellos quieren que usted sepa, ya está resuelto. Ellos pueden también deliberadamente propagar desinformación tanto directamente como a través de insinuaciones. Usted no tiene ninguna manera de saber si lo que ellos le dicen o le llevan a creer es verídico.
Con los años, el CSIS/SCRS ha llegado a probar, ahora y siempre, que es incompetente 8 y quizá de mala fe. El CSIS/SCRS ha jugado un rol central en el descontrol que rodea la investigación sobre Air India 9 (y, según Globe and Mail, una rata del CSIS/SCRS podría haber jugado un rol en la explosión 10); el CSIS/SCRS ha destruido pruebas de los casos de certificados de seguridad de Harkat y de Almrei 11; e incluso ha mentido al organismo encargado de su propia vigilancia (el Comité de vigilancia de las actividades de información de seguridad - CSARS) en el caso de Bhupinder Liddar 12.
El CSIS/SCRS está rutinariamente implicado en tácticas poco éticas de intimidación y acoso en sus esfuerzos por reclutar informantes: visitas sin previo aviso de personas a la casa o lugar de trabajo, ofrecimiento de dinero o de favores a cambio de información, intimidación de personas con estatus de inmigración precarios 13, preguntas indiscretas o impertinentes 14, identificación fraudulenta, tentativas de desalentar a las personas de acudir a un abogado o sugerencias para que contacten un abogado escogido por el CSIS/SCRS. 15
La información entregada al CSIS/SCRS no será guardada por ellos. La agencia reconoce tener socios con quienes comparte inteligencia, agencias de espionaje de otros 147 países 16. Sus colegas actuales incluyen la CIA, el Mossad, los mukhabarats de Siria, Jordania, Marruecos, Sudán, Egipto, el MIT de Turquía y otros. Incluso si al CSARS ha determinado que el CSIS/SCRS "se encuentra raramente en una posición en que pueda determinar cómo la información entregada a una agencia extranjera será utilizada, o cómo la información recibida ha sido obtenida" 17, continúan compartiendo información. Todo lo que usted diga al CSIS/SCRS podrá ser compartido con una de estas agencias, afectando potencialmente sus viajes y a su familia en el extranjero.
El CSIS/SCRS apunta a comunidades enteras basándose en el perfilismo, la asociación y conceptos racistas de "amenazas" y de "seguridad nacional" 18. Aunque los pueblos indígenas 19, los queers 20, y las comunidades racializadas e inmigrantes 21 hayan sido desde hace mucho tiempo blanco de los agentes de seguridad coloniales de Canadá, los musulmanes y los árabes han sido, durante los últimos años, los grupos más fuertemente apuntados 22. La no-cooperación total con el CSIS/SCRS es la mejor manera de oponerse a las "evaluaciones de amenaza" racistas y de defender la libertad, los derechos y la seguridad de las comunidades que se ven perfiladas y perseguidas. La no-colaboración colectiva hará disminuir la presión sobre las personas y los grupos más vulnerables que podrían de otra forma tener demasiado miedo de defender sus derechos a la vida privada y al silencio.
El objetivo declarado del CSIS/SCRS es recolectar información sobre toda persona o grupo que, desde su punto de vista, pueda constituir una amenaza a la seguridad de Canadá o a los intereses canadienses. La cuestión eminentemente política de saber cómo el CSIS/SCRS define una "amenaza", la "seguridad" y los "intereses canadienses" es raramente, o más bien nunca, un tema de debate público 23. Según el CSARS, el SCRS ha "demostrado una actitud "lamentable" según la cual el apoyo a las causas árabes puede ser juzgado como sospechoso" 24.
La vigilancia por el CSIS/SCRS está lejos de limitarse a los grupos o individuos que son sospechosos de constituir un riesgo de violencia. El CSIS/SCRS está explícitamente encargado de proporcionar "evaluaciones de seguridad" al gobierno. Estas evaluaciones de seguridad son una "evaluación de la lealtad de un individuo para con Canadá y, según eso, de su fiabilidad" 25. Eso da claramente al CSIS/SCRS una autoridad amplia para recoger información y señalar a cualquiera cuyas actividades puedan amenazar -o parezcan amenazar- el status quo en Canadá o el mundo. En la práctica, hemos visto numerosos ejemplos donde el CSIS/SCRS toma por blanco a sindicatos, grupos por la justicia social y militantes 26.
En síntesis, la colaboración con el CSIS/SCRS significa participar de la represión de la protesta. En los últimos años, el presupuesto del CSIS/SCRS ha crecido en 140% y el número de empleados en cerca de 40% 27. No debiera haber ningún lugar para una policía política en nuestra sociedad, y nosotros no deberíamos otorgarles legitimidad ni espacio para crecer.
Intimidando y acosando a los individuos 28, sembrando miedo, diseminando rumores, aislando a los líderes, utilizando la manipulación basada en el perfilismo psicológico y reclutando informantes o incluso provocadores, el CSIS/SCRS puede crear o explotar las divisiones entre militantes y los miembros de la comunidad y poner en peligro el trabajo de organización comunitaria y de justicia social 29.
La no-cooperación completa con el CSIS/SCRS es la mejor manera de mantener la unidad y la solidaridad y de continuar nuestro trabajo por la justicia social y el apoyo a los miembros de diferentes comunidades en sus luchas por la justicia y contra la represión.
La red de la Comisión popular es una red montrealesa que vigila y se opone al plan de “seguridad nacional”. La red es un espacio que permite a los individuos y grupos que enfrentan la opresión a nombre de la “seguridad nacional” – como los pueblos indígenas, las organizaciones políticas radicales, los inmigrantes de las comunidades racializadas, las los sindicatos – y sus aliados, formar alianzas, compartir información, coordinar estrategias a fin de defender sus derechos y su dignidad.
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